Tuve que perderte, pero eso no bastó. Tuve que perderme a mi mismo también.
Tuve que navegar por aguas turbulentas, caer, hundirme en el abismo.
Tuve que fingir ser quien no era, intentar sobrevivir al mundo sin vos y sin mí.
Tuve que decir que era fuerte, cuando por dentro estaba destrozado.
Tomé decisiones equivocadas. Transité caminos que no eran míos.
Fui a lugares que no debería ir, conocí gente que no debería conocer.
Me perdí. Pero fue al perderme que logré encontrarme.
Fue ahí cuando noté que no estaba tan solo como pensaba.
Me di cuenta que en el camino también había hecho amigos, hermanos.
Había probado cosas nuevas, visto la vida desde una perspectiva distinta.
Pude notar que al hacer las cosas mal, supe como hacer las cosas bien.
Fui hasta mi interior, encontré a ese ser que había sido abandonado tiempo atrás.
Recuperé mis sueños, mis esperanzas y mis fantasías. Volví a sonreír.
Gracias por el golpe, gracias de verdad.
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