Cualquier semejanza con la realidad puede que no sea mera coincidencia

miércoles, septiembre 11

Insanidad: La nota

Romina despertó tarde esa mañana y se dirigió a la cocina. Allí había solo una taza sucia sobre la mesa con una nota al lado, que decía lo siguiente:

"El café sabe distinto, sabe mejor. Sin embargo ya no le echo azúcar, no la necesita, debe ser por tu dulzura. Como tampoco necesito seguir caminando, no por ahora. Siento que debo detenerme a tomar un descanso. Quiero reposar en tus brazos mientras te miro de cerca.

Sabés, hoy noté que hablo de la muerte muy seguido. No lo hago por gusto, es que simplemente no le temo a morir. ¿Sabés a qué le temo? A no vivir, a perderme de vivir estando acá.
Creo que si me muero hoy no estaría del todo satisfecho con lo que fue mi vida hasta ahora, porque aún tengo muchos sueños y muchas metas. Pero estate segura que lo que viví contigo hasta ahora haría que estuviese bastante más satisfecho que antes de conocerte; no del todo, pero bastante más. Vos hacés una diferencia enorme en mi vida. También por eso tendría que añadirle algo más a la idea de que no le temo a la muerte pero a la vez no quiero que suceda ahora, es que también estás vos y muchas metas y sueños quiero que sean contigo a mi lado.

Salí a dar una vuelta, cuando vuelva se que vas a estar esperándome con una sonrisa de oreja a oreja, esa sonrisa que día a día me vuelve a enamorar.
Te quiero." 

Era domingo y estaba soleado, era el primer domingo soleado en mucho tiempo.



No hay comentarios :

Publicar un comentario

Disponible en Amazon